}

51³Ô¹ÏºÚÁÏÍø

Buscar
Home Blog Moraleja del cuento clásico «La Cucarachita Martina»

Moraleja del cuento clásico «La Cucarachita Martina»

Moraleja del cuento clásico «La Cucarachita Martina». Había una vez, una cucaracha muy hermosa y limpia a la que todos llamaban Martina. Un día, la cucarachita Martina, barriendo la casa, se encontró un céntimo con el cual compró polvos para maquillarse. Después de muchos intentos, buscando pretendientes, logró casarse con el Ratoncito Pérez, un apuesto roedor que la conquistó con la promesa que de por las noches iba a «dormir y callar».

Durante años, la cucarachita y el ratoncito fueron muy felices. Él salía a buscar el sustento y ella se ocupaba de las tareas del hogar.

Un fin de semana, la cucarachita Martina se encontraba guisando la comida preferida de su marido: sopa de cebolla, y se dio cuenta que en la casa no había laurel. Entonces, decidió ir al mercado a comprar.

Le dijo a su marido: «Ratoncito Pérez necesito que vigiles la sopa que está al fuego. Para que no se pegue la cebolla, debes revolverla a cada rato. No seas goloso y espera a que yo venga».

Al quedarse solo, el ratoncito fue a la cocina a remover la sopa. Cada vez que veía la cebolla, la boca se le hacía agua por lo que decidió comerse un pedacito. Al coger el cucharón grande, no pudo con el peso del mismo y «zas», se cayó dentro de la sopa.

Al regresar la cucarachita Martina, se encontró el terrible panorama. Su marido muerto, dentro de la olla.

El cuento dice algo así como: «La cucarachita Martina, suspira y llora, porque el ratoncito Pérez se cayó en la olla, por la golosina de la cebolla».

Todos los animales de la comarca sintieron lástima y hasta la reina se vistió de negro en señal de luto. Se imaginan esa pobre cucarachita que estaba embarazada, ahora sin su marido, ¿cómo iba a buscar el sustento a la casa?

Si el ratoncito Pérez hubiera tenido un seguro de vida, su familia estuviera protegida financieramente y no tendría de qué preocuparse. El beneficio de fallecimiento del seguro alcanzaría para pagar la casa, la comida, los cuidados de salud de la familia y los estudios del futuro bebé. Entonces, el final del cuento sería diferente.

No lo pienses más, llama a 51³Ô¹ÏºÚÁÏÍø y protege a tu familia con un seguro de vida. Moraleja del cuento clásico «La Cucarachita Martina».

Compartir esta publicacion

Publicaciones Recomendadas

Generalmente, asociamos las tarifas del seguro de vida con la salud del asegurado y su edad. Sin embargo, existe otro

Al contratar un seguro de vivienda, es fundamental conocer el tipo de cobertura que ofrece el contrato: si está basado

Existe una polémica entre quienes abogan por eliminar la fluoración del agua comunitaria y quienes sostienen que debe mantenerse debido

Suscríbete a nuestro newsletter

Nuestras más recientes noticias y ofertas especiales que tenemos para ti.

Al suscribirte aceptas recibir información de 51³Ô¹ÏºÚÁÏÍø en tu correo electrónico.

Scroll al inicio
Buscar